Ayer, viernes 7 de octubre, día de Nuestra Señora del Rosario, estuvimos todos los seminaristas junto a los jóvenes de la diócesis en la oración con el obispo (OCEO) en la que celebramos una vigilia para pedir por los tres nuevos sacerdotes que se ordenarán el próximo 12 de octubre: Daniel, Règis y Álvaro (HAM).
Puestos bajo la intercesión de San Juan Pablo II, Daniel y Règis compartieron un breve testimonio sobre lo que había supuesto para ellos estos años de seminario. Daniel subrayó la importancia de la Virgen María en cada vocación, y cómo la contemplación de los misterios de Cristo de la mano de María en el rosario, le había iluminado tantas veces en su camino. Règis señaló, que los sacerdotes no son extraterrestres, sino hombres, sacados del pueblo para ponerse al servicio de sus hermanos, y cómo para él, el seminario había sido una escuela para hacerse hombre teniendo como modelo a Jesús.
Tras los testimonios, nuestro obispo Don Ginés dirigió unas palabras a los jóvenes en las que los animaba a ser valientes y generosos con Dios, a fiarse de Él, que ha pensado en una vocación para que cada uno alcance la santidad, y si es el sacerdocio saber que ésta es una promesa de plenitud. Dijo explícitamente después de escuchar los testimonios: “¿A que dan ganas de ser sacerdote?”
Finalmente, el obispo entregó a los futuros presbíteros las casullas que les impondrán el día de la ordenación, en un gesto cargado de afecto paternal.
Recemos para que el Señor nos conceda muchos y santos sacerdotes y haga de Daniel, Règis y Álvaro pastores según su corazón.
Vuestro seminario