El pasado 19 de marzo vivimos un gran acontecimiento en nuestra diócesis de Getafe, la ordenación de dos nuevos presbíteros y de un nuevo diácono.
Este acontecimiento nos mueve a dar muchas gracias a Dios por el don del sacerdocio ministerial, porque sigue llamando a jóvenes para seguirle en este camino y porque verdaderamente cumple sus promesas. Para el resto del Seminario es una alegría inmensa después de haber compartido tanto tiempo con ellos y ver la obra que Dios va haciendo en sus vidas.
Este año, extraordinariamente, hemos tenido ordenaciones el día 19 de marzo, día de San José, día del padre y día del Seminario. La predicación de don Ginés ha ido de la mano de la vida de San José, que es modelo de la paternidad que está llamado a vivir el sacerdote: “José acoge en su corazón al niño y a su madre, y los abraza con su presencia y su ternura paterna; con la preocupación para que nada les falte, y con el testimonio de vida piadosa; con su trabajo honrado y con el desvelo paciente en el crecimiento del hijo”. Paternidad especialmente necesaria por la crisis que atraviesa hoy nuestro mundo. “En nosotros han de ver el rostro de bondad de Dios y sus entrañas de misericordia”. “Lo que fundamenta la paternidad de José, como toda paternidad, es el amor, también nuestro sacerdocio, y todo ministerio en la Iglesia”.
Nos unimos a la petición que hizo el obispo, para que Dios siga bendiciendo nuestra diócesis con numerosas y santas vocaciones. Pidamos a Dios “jóvenes que quieran hacer de su vida una entrega a Dios y a los hermanos viviendo en esperanza y entregados en la caridad. Jóvenes que lleven la misión en el corazón. ¿Por qué te has hecho cura?, preguntaba el otro día un chico: porque quiero ser feliz. Todos queremos ser felices, solo les queda descubrir que la felicidad del hombre está en hacer la voluntad de Dios”.
Unidos en la oración,
Vuestro Seminario
